17 agosto 2022

UN TIEMPO LEJANO



Hubo un tiempo lejano

en que el alumbrado público

era el toque de queda.

No tenía reloj,

pero la vida giraba

en torno a la luz solar,

con la precisión irregular

de cuarto de hora arriba o abajo.

La vida era muy simple:

la ropa de diario

y la de los domingos;

el día traía sus agotadores afanes

y la noche el consuelo

de los ensueños.

Desde el patio,

el abuelo leía los astros

y las estrellas,

y se detenía en los borrones

ocasionales de las nubes

y los vericuetos por donde silbaba el viento.

La fragancia de la dama de noche

era el acento en la oscuridad

y la promesa de un nuevo amanecer.

La cena, inflexiblemente,

el divisor que corría el visillo

ente el hoy y el mañana…

La vida era lenta, muy lenta,

pero avanzaba inexorablemente.

4 comentarios:

  1. Antes lenta, ahora, demasiado rápida.

    un abrazo

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  2. Creo que la vida que ahora nos cuenta, es mucho mejor que las de ahora.
    Besos.

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  3. Y cuanto añoro ese tiempo que tanto disfrutamos a un ritmo lento y calmado.Saludos

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  4. Hubo un término medio en otros tiempos. El progreso precipitó demasiado nuestro ritmo. Abrazo

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