08 julio 2024

EL ÁRBOL Y EL HOMBRE

 




Crece en la espesura o en soledad,

ni se deprime, ni se estresa.

Crece. Crece incesantemente

en todas direcciones,

tanto en altura como en profundidad,

y se ofrece como sombra que cobija,

que acoge cual símbolo de firmeza

y como aspiración a lo inalcanzable.


Las raíces del hombre no penetran

el subsuelo, pero transpiran

por la genética de los ancestros

y reciben un legado que asume

o rechaza, pero la hará sombra

a lo largo de todos sus días.


Hay árboles que no dan frutos

o que sus dones no son digeribles

por el género humano.

Hay personas que ni siquiera dan sombra,

que vegetan sin más,

que son una rémora para el resto,

pero se quejan con la monotonía

con que los pájaros cantan,

como canta el arroyo y la brisa.


El árbol, siempre erguido y majestuoso,

es símbolo de permanencia, de constancia,

de perseverancia y de solvencia.

El hombre, con demasiada frecuencia,

se mueve y conmueve por interés

de lo inmediato, por meditada ventaja.


Un paralelismo que es divergencia,

un reino vital donde el hombre

se cree superior a cualquier especie,

sin comprender las ligeras diferencias

que más que separarnos nos une

a la mano única que bosquejó el todo.

7 comentarios:

  1. Será por el hecho de sentirse superior por lo que el hombre le pega fuego a ese/esos majestuosos árboles.
    Un abrazo.

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    1. Quien se siente superior al resto de la naturaleza es porque la desconoce, y quien la ataca es un absoluto irresponsable.
      Un abrazo.

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  2. Magnífica reflexión y comparación del hombre con el árbol...y cuanta verdad hay en tu poema. Saludos

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    1. Eso que tú destacas es lo que he intentado. Gracias, Charo, por tus palabras.
      Un abrazo.

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  3. Me encantó Francisco
    El árbol que cumple sin dudar la misión para que fué creado a la perfección, sin tener en cuenta las maldades que a veces hacemos los humanos
    ¿superiores? a veces deberiamos humillarnos ante tanta grandeza que nos rodea
    ,Reflexión en tu poema
    Un abrazo

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    1. Muchísimas gracias, Stella. Eso que dices es justamente donde yo quería llegar.
      Un abrazo.

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  4. El árbol y el hombre frente a frente...La humildad y generosidad del árbol frente a la soberbia y egoísmo del ser humano. Ellos son maestros de la naturaleza, que nos dejan sus valores y debemos mirarlos siempre con respeto, gratitud y amor, Francisco...Buen poema.
    Mi abrazo y feliz semana.

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