02 julio 2024

TU MANO




Tu mano. Primero fue tu mano

el asidero desde el que caminar juntos.

Así de cerca, así de próximos.

El perfume de tu piel

me ayudaba a identificarte,

de colmarme de certidumbre

y saber cuál era la patria a conquistar.


A veces no parábamos de hablar,

de reír juntos, de proyectarnos

hacia un mañana desconocido,

ese bosquejo de vida en común

que nos empeñamos en edificar.


Durante largos ratos nos mirábamos,

nos mirábamos en silencio,

nos nutríamos recorriendo con la vista

la geografía ajena. Tu jovialidad.

Tu sonrisa era el desbordamiento

de mi caudal, mi salida de punto.


Éramos todo inocencia, futuro imperfecto.

No nos condicionaba el devenir,

instalados en el mágico presente,

sino que lo abrazábamos sin titubeos

imaginando que entre ambos

todo sería posible y hasta certero.


Tu mano, tantos años después,

sigue siendo sonrisa y asidero,

debilidad física y certidumbre,

tras tan larguísimo trecho.

Así de cerca, así de próximos.

01 julio 2024

LUNA LLENA

 




Luna llena. A poco de oscurecer,

como subida por un Titán

de brazos acerados e infinitos,

surte desde el horizonte

la gran lámpara nocturna en plenitud,

iluminando las sombras,

dibujando los perfiles abocetados

y ensanchando los escuálidos caminos.

Luz fría, anverso de las tinieblas.

Reflejo de la divinidad

y regalo para noctámbulos y trasnochadores.

De tu alma de luz

el contraste, el ceremonioso descarte

de la opacidad y la celebración.

De tu oronda y festiva presencia

la voracidad de los días,

en su presencia la noche es menos noche,

ventana de luz de tu presencia,

farol, fanal que todo lo colmas

e iluminas de esperanza,

sonrisa franca, luciérnaga

y antorcha de navegantes y peregrinos.

De tu plenitud,

entre lo oscuro y recóndito,

el brillo que es fugacidad

que se acorta día a día

y conocemos como fases.

Linda presencia, ajamonada figura,

círculo iluminado de la noche,

reina y soberana del universo.