Tenía muchas ganas de conocer Sevilla. Hace como unos 5 años tuve la oportunidad de estar allí, la lástima fue que caia una solana de espanto, pleno mes de agosto, me empecé a sentir tan mal que temiendo que me diera una lipotimia, me resguardé en el coche con aire acondicionado y dos botellas de agua y huí de allí como alma que lleva el diablo. Juré volver en invierno pero hasta ahora no ha habido la oportunidad de hacer ese viaje. Espero y deseo que pueda cumplir pronto la ilusión de conocer Sevilla, pasearme por sus calles, plazas y jardines, disfrutando del aroma que desprende la ciudad.
Este verano pasado me invitaron a Roma. Como la invitación era con todos los gastos pagados, no pude decir que no. Allí, sentado en el techo de aquel autobús de la "Roma cristiana", me sentí yo más prójimo que nunca de personas como usted, Nerim. Y eso que aún faltaba para el ferragosto. Nuestra próxima visita a Roma -le prometí solemnemente a mi hijo de ocho años- será cuando nosotros nos lo paguemos todo.
Paco: Acabo de llegar a mi casa en bici y venía a estrenarme poniendo el colofón natural a la cita de la entrada, pero...
Esta fotografía corresponde al patio anterior del Parlamento de Andalucía, antiguo Hospital de las Cinco LLagas u Hospital de la Sangre. Lo fundan en el año 1500 doña Catalina de Ribera y su hijo don Fadrique de Ribera, primer marqués de Tarifa.
Sevilla, y todo el Valle del Guadalquivir, tiene un tiempo inhóspito en el verano, querida Nerim,como también le ocurre a Roma, que comenta Joaquín. El momento ideal de visitar Sevilla es la primavera, donde tiene los atractivos añadidos de la Semana Santa y la Feria, pero también el otoño.
En otra ocasión -noviembre de 2009- publiqué otra foto mucho más atractiva que te invito a visitar en mi blog: "Entre Naranjos".
Cuando decidas venir a Sevilla, me ofrezco a ser tu humilde cicerone. No soy de aquí, pero te seré de ayuda.
Gracias, Joaquín; gracias, Nerim, por visitar mi blog y dejar constancia de ello.
Tenía muchas ganas de conocer Sevilla. Hace como unos 5 años tuve la oportunidad de estar allí, la lástima fue que caia una solana de espanto, pleno mes de agosto, me empecé a sentir tan mal que temiendo que me diera una lipotimia, me resguardé en el coche con aire acondicionado y dos botellas de agua y huí de allí como alma que lleva el diablo. Juré volver en invierno pero hasta ahora no ha habido la oportunidad de hacer ese viaje. Espero y deseo que pueda cumplir pronto la ilusión de conocer Sevilla, pasearme por sus calles, plazas y jardines, disfrutando del aroma que desprende la ciudad.
ResponderEliminarEste verano pasado me invitaron a Roma. Como la invitación era con todos los gastos pagados, no pude decir que no. Allí, sentado en el techo de aquel autobús de la "Roma cristiana", me sentí yo más prójimo que nunca de personas como usted, Nerim. Y eso que aún faltaba para el ferragosto. Nuestra próxima visita a Roma -le prometí solemnemente a mi hijo de ocho años- será cuando nosotros nos lo paguemos todo.
ResponderEliminarPaco: Acabo de llegar a mi casa en bici y venía a estrenarme poniendo el colofón natural a la cita de la entrada, pero...
Madre mía, en Agosto.
Esta fotografía corresponde al patio anterior del Parlamento de Andalucía, antiguo Hospital de las Cinco LLagas u Hospital de la Sangre. Lo fundan en el año 1500 doña Catalina de Ribera y su hijo don Fadrique de Ribera, primer marqués de Tarifa.
ResponderEliminarSevilla, y todo el Valle del Guadalquivir, tiene un tiempo inhóspito en el verano, querida Nerim,como también le ocurre a Roma, que comenta Joaquín. El momento ideal de visitar Sevilla es la primavera, donde tiene los atractivos añadidos de la Semana Santa y la Feria, pero también el otoño.
En otra ocasión -noviembre de 2009- publiqué otra foto mucho más atractiva que te invito a visitar en mi blog: "Entre Naranjos".
Cuando decidas venir a Sevilla, me ofrezco a ser tu humilde cicerone. No soy de aquí, pero te seré de ayuda.
Gracias, Joaquín; gracias, Nerim, por visitar mi blog y dejar constancia de ello.