Estos días de anticipado estío,
el sol madruga algo más
y hasta hace horas extras
demorando el atardecer.
La luna en cambio va a su aire
y con frecuencia luce como anticipo
antes de que acabe el día
o se demora extasiada hasta media mañana.
Aún en las tinieblas,
siempre hay una luz que acompaña,
que advierte del peligro
e ilumina la senda segura.
Así también tu mirada
permanece en mí y me pastorea,
me ampara en su custodia
cuando me observa
y siempre la recuerdo como faro
que me orienta y guía,
que me salva de las escolleras
y me reconduce al soñado encuentro.
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