Volver atrás la mirada
y ver el camino expedito,
limpio de socavones y tropiezos.
Buscar las huellas del ayer
y creer apreciarlas
al borde de la calzada,
donde se perpetúa lo frágil
y dormita el olvido.
En este presente achacoso,
es posible volver a emprender la marcha
con el combustible de hoy
y la ilusión de lo extraordinario,
pisar con firmeza, sin titubeos,
y recorrer cada palmo
de aquella juventud radiante
que nos trajo a este hoy,
donde la lontananza sombría de los años,
con sus historias difusas
y su perdurable banda sonora.
Siempre sirve para eso recordar el pasado. Allí rectificamos el origen de lo que tenemos en el presente.
ResponderEliminarGran abrazo.
Evaluar y hacer balance siempre es muy positivo, siempre que estemos dispuestos a cambiar lo incorrecto.
EliminarUn abrazo.
A pesar de los años cumplidos que deja ya muy lejana la juventud hay que seguir teniendo la ilusión de un presente para hacerlo placentero aunque es inevitable recordad tiempos pasados. Saludos y FELIZ NAVIDAD
ResponderEliminarCreo que es muy necesaria esa mirada atrás para poder corregir lo que hoy no es correcto. ¿No lo crees, Charo?
EliminarUn abrazo.
Recordar es volver a vivir...El pasado sigue vivo, cada vez que retornamos lo hacemos presente y también hacemos presentes a nuestros seres queridos que se fueron, Francisco. En este presente caben todos los tiempos, por eso hay que vivirlo con amor y gratitud.
ResponderEliminarMi abrazo y felices días con los tuyos junto al Niño Dios.
Estoy de acuerdo, Mª Jesús, en este presente caben todos los tiempo, por eso conviene actualizar y ponernos al día.
EliminarFeliz Navidad y un fuerte abrazo.