La
playa nos resulta, a veces,
la
vida, toda la vida; otras...
otras
es un suspiro
como
el de la secuencia
entre
dos olas consecutivas:
todo
depende del estímulo
que
en cada instante nos gobierna.
En
la arena sigo viendo el dibujo
de
tu contorno perpetuado
en
mi mente. La playa
fue
testigo de nuestros primeros encuentros
y
hoy el cementerio
de
mi sonrisa y nuestros arrumacos.
La
mar, en sus olas, me muestra
tu
sonrisa de marfil
y
la profundidad de mi abatimiento.
No
sé la respuesta;
desconozco
por qué te espero,
desconozco
por qué tu distancia,
desconozco
dónde encontrar
respuestas
para tanta pregunta,
desconozco
que no te conocía:
La
playa es mi lugar de tu ensoñación.
Muy bella poesía. Un beso.
ResponderEliminarPara el poeta es un sueño tener un lector, como el capullo sueña en una mariposa, tal vez azzul.
EliminarBesos.
Realmente, Francisco, es un poema de infinita tristeza. He quedado abatido después de leerlo, pero admiro tu profunda inspiración y tus grandes habilidades poéticas.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Rafael, por esa admiración. El poema no siempre es cántico, muchas veces contrariedad, abandono, desamor... la vida misma.
EliminarUn abrazo.
Siempre la playa.... y tú.
ResponderEliminarLa playa en la infancia, en la memoria y en recuerdo.
EliminarBesos
Qué belleza españolito lírico ! Adoro tus versos. Acá los encuentro untados de una suave melancolía o quizás sea mi ánimo ultimamente. un rayito de eternidad descubro entre tus palabras.
ResponderEliminar"La poesía dice honduras que a veces la prosa calla " APAPACHOS.
La melancolía de la que hablas es que, a pesar de que llevo días hablando del mar y la mar, todavía este año no he pisado ni el agua ni la arena. Tampoco es imprescindible hacer las cosas presentes para hablar de ella cuando se tienen atesoradas. El poeta no es mentiroso, pero a veces hace un "flash back", como hacen los cineastas.
EliminarApapachos.
Como comentas a Maria del Carmen Nazer no es necesario mirar hacia el horizonte para ver más allá. Tú has pisado la arena con tu mente y eso te la hace anhelar.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Ciertamente, Elena. Este año la salud se nos presenta esquiva y no hemos podido ir a la playa, de hecho estamos en Sevilla desde el sábado y, aunque nos regresamos mañana, andamos pendientes de citas médicas y hay que ser prudentes. No me ha tocado a mí, que es lo usual, sino a mi mujer, lo cual me deja más inerme. Gracias por tu presencia, Elena.
EliminarUn beso.
Hola Francisco, veo que lo tuyo son los poemas. Hermoso poema plagado de sentimientos. Se ve que tienes bien metido en el corazón el sabor de la mar. El tacto de la arena y el sentir de ese paisaje de tu tierra.
ResponderEliminarBellos versos que conforman un poema melancólico pero a la vez esperanzador.
Seguro que si vas con tu esposa y pisan la arena de la playa, se sentirán mejor. Tempranito cuando aun el sol no está tan caprichoso de calentarnos.
Saludos y besos