04 diciembre 2025

EN LA MEMORIA

 




La memoria, ese saco con descosidos

donde se atesoran los viejos recuerdos

y también las llagas y las escoceduras,

esa arpillera donde se van recolectando

los frutos del decurso y el acontecer diario,

donde se amalgaman los unos y los otros,

se funden y hasta se confunden

con el paso lento y mortecino de los años.

Un limbo en el que la voluntad

se queda fuera de los márgenes

y es lo ingobernable quien se impone.

En esa aureola amorfa duerme o hace guardia

lo satisfactorio y el despiece de lo odioso,

lo que nos gustaría repetir cada día

y aquello otro a lo que tememos que se repita.

No caben todos los acontecimientos,

pero tampoco somos dueños de la selección:

como una rosa, su fragancia y sus espinas,

el coro, los aplausos y también los abucheos.

No siempre es posible atrincherarse

en el blindaje de una sonrisa blanca

y sobrenadar la espuma de coral

de los inolvidables momentos de gloria.

En la memoria, lo uno y lo diverso,

lo feliz y confortable y también lo abyecto:

a veces una mano sutil que acaricia,

otras un puño erguido y tenso que amenaza.

2 comentarios:

  1. Cada día me cabe menos en ella. Me cuesta un poco acordarme de nombres y fechas. Normal. Los años. Y no ejercitarla tanto como cuando era profe en activo.
    Saludos.

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    1. Como señalas, debe ser cosa de la edad, Cayetano. Ambos leemos asiduamente, escribimos... damos trabajo a las neuronas, pero al parecer también se jubilan.
      Un abrazo.

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