23 noviembre 2024

CREÍ QUE ERA UN SUEÑO

 



Creí que era un sueño

y el río era de plata líquida indesbordable,

y la arena era acogida cálida,

lugar de encuentro,

y el puente una maqueta al natural

de piedras talladas, de turrón y de guirlache,

y el campo de un verde intenso

donde se movía con lentitud

la lana blanca de los corderos,

y el fuego donde se calentaban los pastores

una estrella bajada del cielo,

mientras uno de ellos

silbaba endechas enamoradas.


Creí que era un sueño,

pero tal vez fui deslumbrado

por el artificio en vatios

de esta sociedad,

que piensa más en el consumo

que en festejar

el próximo alumbramiento de María.


Creí que era un sueño

lo visto y vivido en los medios,

la donación sin límites

hacia quienes todos sus bienes

se les han convertido en lodo,

pero era solo un destello anticipado

de la estrella del belén

y volvemos sobre nuestros pasos

para ser los huraños egoístas de siempre.

6 comentarios:

  1. Me da mucha pena que en estos días de Navidad ya tan cercana sean fiestas de consumo y diversión en vez de ser días de paz, solidaridad, oración y Amor ante ese nacimiento divino . Saludos

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    1. Todo lo que pasa por nuestras manos lo desvirtuamos, Charo.
      Un abrazo.

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  2. No puedo con este consumismo fatuo.

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    1. Es una manera muy maniquea de adjudicar cosas que no le son propias a la Navidad, sino todo lo contrario.
      Un abrazo.

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  3. Es una triste realidad, Francisco...Volveremos a soñar con la Navidad unos pocos días, pero pronto primará el materialismo, la guerra y las discusiones entre unos y otros...A pesar de ello tenemos que seguir teniendo esperanza en que todo mejore, amigo.
    Mi abrazo siempre.

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    1. A esa realidad tenemos la necesidad de señalarla y dejarla al descubierto, cuando menos. ¿No lo crees?
      Un abrazo.

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