20 diciembre 2025

PUENTE

 




Un puente, un hilvanado

entre el día oficial, el vano y otro festivo,

una barandilla que comunica la fiesta

con la escapada de sí mismo,

-de todas todas-

por los vericuetos de lo inmediato

y lo apresurado sin tiempo que perder.


Lo importante es huir del presente,

bajar por la escalera de emergencias

en busca de lo placentero

al sótano de nuestro día a día;

es dibujar una pausa sin apearnos del frenesí,

cada quien acomodado a su bolsillo

o a su posible endeudamiento.


Aunque la vida se ponga en riesgo

no bajará el telón hasta el último día;

a fin de cuentas, la muerte,

-tan natural ella-

siempre ha de llegar en el último día,

y, cuando acontezca, violenta o no,

será porque estaba escrito

y que nos quiten lo bailado.


Hay que vivir de prisa, sin pérdida de tiempo,

haciendo uso de cada resquicio

y hasta mezclando churras con merinas:

una amalgama para disfrutar urgencias,

a cualquier precio, con o sin riesgo.

Y si acaso la vida descarrila,

arrollado entre chatarras y gasolina,

será el sino que quiso adelantarnos el reloj.

4 comentarios:

  1. Entonces, mejor vacaciones pagadas que puente.

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    1. No hice las cuentas, Cayetano, pero seguramente así sea.
      Un abrazo.

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  2. Mejor despacio, saboreando cada paso, en la cadencia de nuestro existir todavía, sin ninguna prisa, ni presión, libres, agradecidos.
    Un abrazo grande y sincero.

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    1. Sin la menor duda, Sara. Las prisas no son buenas consejeras.
      Un abrazo.

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