12 noviembre 2017

COMO LA NOCHE ANTERIOR




En Viena, donde nunca estuve,
me esperaban unas cien doncellas
con las que habría de danzar
y festejar la vida como coyunda escindida
entre el aquí que me urge y el más allá.

Sonaba un vals, al que no supe identificar,
pero lo hicimos volutas interminables;
el salón de baile, con sus arañas de cristal,
era un observatorio sobre tarima amachimbrada
donde todos eran vigilados y escudriñados.

Te quiero, me decían sus labios silenciosos
rodeando mi cuello hasta el oído más próximo.
Acababa de traspasar el umbral
hacia lo desconocido cuando tuve conciencia
de haberla sujetado con firmeza por la cintura,
como maroma que maniata al averno.

De repente, jadeaba por el ejercicio
y su busto era un fuelle de fragua
que enrojecía el fuste
que siempre había imaginado indómito.
Salimos al jardín, donde los jacintos
rivalizaban con su hermosura hasta languidecer.

Hacía frío.En Viena hace frío en noviembre
como resbalan los besos por los hombros
de un palabra de honor
que nunca hubiera dado el plácet.
Ella era de humo cuando yo era fuego;
ella tangible para mi pulso acelerado…

Y llegó la mañana con luz tenue,
mientras en la radio seguía sonando
música de no sé de cuál de los Strauss,
como la noche anterior.

16 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Poetiza, el placer es también mío de este encuentro.

      Saludos.

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  2. La amada evanescente. Apenas un delgado hilillo de luz de la mañana basta para que la ensoñación se disuelva en el aire.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Si te perdieras, Cayetano, que no te pierdas nunca mis publicaciones. Mil gracias.

      Un abrazo.

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  3. "Ay, Ay, Ay, Ay
    Toma este vals, toma este vals.
    Con su 'yo nunca te olvidaré', ya sabes.
    Este vals, este vals..
    Y bailaré contigo en Viena.
    Llevaré un disfraz de río..
    Y me rendiré ante la inundación de tu belleza.."

    Un 🎼 abrazo

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    1. ...y yo seré junco dócil que me flexionaré a tu paso sin pertirme y te seguiré con la mira cuando te alejes subrayando ambas orillas, Merche.

      Un abrazo.

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  4. Te esperaban en sueños 100 doncellas, ¡¡suertudo!!, en los míos, ni una, me tengo que conformar solo con la música, que no es poco.

    Un abrazo.

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    1. Los soñadores exageran más que los poetas, Emilio. La suerte suele ser con frecuencia esquiva.

      Un abrazo.

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  5. El poder evocador de la música es de una potencia tal que logra hacernos sentir lo que quizá nunca será vivido por nosotros.
    Pero, ¿no decía el maestro que toda la vida es sueño? A ver si resulta que esa es la auténtica realidad...

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    1. Lo dijo el maestro, Don Pedro, y realmente los sueños sólo se cumplen en los prpios sueños. Pero fantasear es un lindo ejercicio. Te invito a soñar, Ana María.

      Un abrazo.

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  6. Un lugar precioso donde sólo he viajado por medio de la imaginación. Esos salones y esos valses de Strauss y estar en esa ciudad es como vivir en un sueño.

    Besos

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    1. Sólo en la imaginación los viajes son perfectos y a un precio asequible. Deberíamos recurrir con más frecuencia a la imaginación.

      Besos.

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  7. La música nos inspira siempre y nos eleva, Francisco...Bella forma de hacerlo en tus versos al son de un vals de Viena, que a todos nos ha proporcionado momentos placenteros al leerte con esa pizca de humor, que hace el poema más genuino.
    Mi abrazo y feliz semana, amigo.

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    1. En mi memoria, María Jesús, aquel inocente salón de baile que tuvo mi abuela en el que me enamoré de la música y del baile.

      Un fuerte abrazo.

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  8. Lo bueno de los sueños, que podemos estar donde y con quienes ni hemos planeado estar. Y en tu caso, hasta soñando es con versos, sin importar cuál de los Strauss, que eso es secundario.
    Besos de anís.

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    1. Un día me subiré sobre las alas de uno de mis poemas y volaré al D.F. y te daré una sorpresa, querida Sara.

      Besos de anís.

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