28 julio 2012

AYER



Déjame que te hable de ayer;
a veces intuyo, pero no sé
vislumbrar el color del mañana;
déjame que te hable de ayer.
Amaneció remolón,
como desperezándose y sin ganas;
el sol jugaba al escondite
con las traviesas nubes
y prolongó el alba hasta el ángelus
y más, todavía más allá.
Ayer seguía dormido
cuando deambulaba
de un lugar a otro sin acierto,
como si el sextante se hubiera vuelto
loco de remate
y girara sobre sí como una peonza;
cierto que el sol hizo algún guiño,
pero se desvaneció de nuevo
bostezando
incluso después de la sobremesa.
Ayer, algo se agitaba fuera de mi control
y me mantuvo suspendido
como del hilo de una cometa
incapaz de acometer
el programa propuesto de risas y encuentros.
Ayer, antes de caer la tarde,
precedida de una atronadora música
de augurios inequívocos,
descargó la tormenta
y se desabrocharon las ligaduras
que me tenían constreñido.
Ayer,
déjame que te hable de ayer... 

4 comentarios:

  1. Hola, Francisco:

    Parecía no ser un buen día, pero finalmente terminó muy bien... eso me parece.

    Un abrazo.

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  2. Ayer,siempre lleno de recuerdos.Fantástica composición amigo Francisco,gracias por regalarnos estas palabras en tiempos tan duros para el país.Alegras cada día a mucha gente.Un saludo!!

    http://laranacotilla.blogspot.com.es/

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  3. BUENOS DÍAS!!!!!! Me encanta este juego de palabras...
    "el sol jugaba al escondite
    con las traviesas nubes
    y prolongó el alba hasta el ángelus"

    Besos cariñosos primo!!!!

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  4. hablame de ayer Francisco. Estaré encantado de oir a alguien tan amable.

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